La medinilla es de tallo leñoso, y grandes hojas verdes con forma elíptica y tiene 3 o 5 nervios. En su época de floración, verano, ofrece unas hermosas y grandes flores de color rosado que se disponen en ramos colgantes. En su hábitat natural puede llegar a medir hasta 2 m. de altura, los ejemplares de floristerías no suelen superarán los 20 ó 30 cm. Su valor ornamental ha ido en aumento a lo largo de los años.
Cómo mantenerla
- El riego debe ser moderado. La tierra debe secarse ligeramente antes de suministrarle más agua.
- Necesita una humedad ambiental elevada, por lo que es conveniente pulverizar sus hojas de vez en cuando, especialmente al llegar el calor.
- La medinilla necesita mucha luminosidad, sin embargo no se la debe exponer directamente al sol, especialmente en la época en la que florece.
Trasplante
Es recomendable trasplantar la planta después de la floración.
Un buen truco para favorecer su correcto crecimiento es quitar las flores marchitas.
Recordar una vez mas que la medinilla necesita, sobre todo, unas óptimas condiciones de humedad ambiental. Un buen lugar para ella sería el baño, siempre que éste cuente con abundante luz natural.
Si seguimos estos consejos y las condiciones son propensas contaremos con una planta de belleza espectacular.
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